La Escuela Municipal de Paddle Surf termina esta semana las clases de su cuarta temporada, mañana jueves saldrán al mar los dos últimos grupos cerrando así un curso que se inició el pasado mes de abril y que ha vuelto a ampliar el número de inscritos.

En concreto, la escuela ha contado este año con un total de 80 alumnos divididos en ocho grupos infantiles y de adultos. Las clases se han desarrollado de lunes a jueves en horario de tarde en las playas de Casares.

Una de las principales novedades de esta temporada ha sido la caseta de madera instalada por la concejalía de Playas en Playa Chica, dando respuesta a una demanda de del alumnado y la organización que necesitaba un espacio seguro para guardar el material.

La escuela comenzó a funcionar en 2020, ante el interés que despertaba este deporte en la ciudadanía, y desde entonces no ha parado de crecer, ampliando cada año el número de plazas.

Según ha explicado el encargado de la Escuela, Víctor Román, la mayor parte del alumnado repite curso tras curso, aunque también se habilitan plazas disponibles para nuevos alumnos.

La Escuela, que desde el primer curso gestiona la empresa local Chill The Wave, proporciona las tablas, remos y todo el material necesario para la práctica del paddle surf y el alumnado solo tiene que aportar su propio neopreno en los días más frescos.

Además de practicar este deporte, los alumnos de la escuela aprenden a diferenciar los diferentes vientos y corrientes marítimas, y en los días en los que no se puede salir a remar realizan actividades alternativas como snorkel o iniciación al surf.

Tanto la concejalía de Deportes como la propia escuela hacen un balance muy positivo de esta temporada y comienzan a preparar ya el próximo curso, que comenzará previsiblemente en la primavera de 2024.