La capacidad de afrontar la vida se aprende en la sencillez de los pequeños detalles que vemos cada día y con más intensidad en la etapa de la niñez, donde se dibujan los valores y la personalidad en un libro en blanco. Un libro al que todos y cada uno de los que formamos el entorno de esos pequeños y pequeñas dejara una huella que le acompañará en su recorrido. De ahí la importancia de cuidar y prepararnos para hacer crecer y seguir creciendo para construir una mejor educación, una mejor comunidad.