La complejidad del cerebro humano implica una síntesis dinámica entre biología, genética, emociones, vivencias, mente, cultura, condiciones personales y sociales, sin comparación con ningún otro órgano humano. Los adolescentes viven una etapa llena de cambios que pueden provocar inseguridades y que unido al entorno puede poner en jaque su salud mental. El límite entre enfermedad y salud mental no está claro ni bien definido, y los criterios para una persona como sana o enferma han variado a lo largo del tiempo ya que aún no han podido demostrarse las causas concretas que producen cada uno de los diferentes trastornos mentales.